OCTUBRE ROSA - POESÍA n ° 5: Terapia de afecto y luz / Comidas hechas con amor / los dolores que se suavizan durante el arte de cocinar

Autora: Enfermera Oncológica Laís Vieira Lima

 Yo tengo una madre del corazón que se llama Vania, ella ama cocinar, ama crear y hacer recetas maravillosas, es un tipo de terapia en medio del tratamiento oncológico, cuando ella va a la cocina a usar los ingredientes para desarrollar los platos deliciosos, el arte de vivir la impulsa en florecer vida y alegría aun cuando el alma está en lágrimas constantes, ella consigue ser armonía en esa lectura.

Hice una poesía sobre el eslabón de afecto que mi madre del corazón tiene con sus recetas maravillosas y cuanto eso hace bien para la mente de ella, cuanto eso acaricia su corazón y alivia los dolores en medio del tratamiento oncológico.

Receta de luz que suaviza los dolores de la caminata.

Autora: Laís Vieira Lima

Para mi madre del corazón Vania

Muchas veces los dolores se intensifican,

pero cuando los ingredientes de luz y ternura dulcifican su corazón,

Ella consigue superar los dilemas.

Muchas veces el cuerpo de mi mamá se cansa por las reacciones del tratamiento,

 Pero ella se renueva constantemente cuando la luz florece,

Ella crece en amor a cada momento, incluso en momentos adversos.

La receta de luz es: Mezclar las dosis de esperanza en todas las andanzas,

Permanecer constante en su confianza y rellenar con dosis de luz con cobertura de amor en flor.

El acto de cocinar delicias saladas y dulces hace que la mente de esa princesa amenice toda la ansiedad y las dudas,

Ella coloca el amor en cada receta florida,

Es tanto amor, que cada comida es maravillosa,

En todas las escenas de la vida los eventos adversos se vuelve sereno porque la terapia de cocinar trae recuerdos de esperanza,

amenizando los síntomas de estos constantes cambios.

Ella es así una sonrisa sin fin,

que se compone del arte de amar,

Florindo el aire más bello del soñar,

Iluminando cada rincón del alma en par.

En par con la esperanza,

La danza a ritmo de luz,

la terapia de cocinar acciona el arte de sonreír,

Con la esencia de vainilla florecer risa,

Y el chantilly hace toda la diferencia en esas escenas,

la felicidad llega y calma la ciudad.

al sonreír, el cuerpo calma y la mente florece afagos en el alma,

¡Ah! el universo podría estar compuesto de factores felices para amenizar los dolores de esa caminata, pero existen versos amenos que florecen el aire sereno para vidas en diversos eventos.

Yo he aprendido a hacer las recetas con mucho amor, mi madre del corazón me enseña a poner el amor que es el ingrediente que dar sabor, cuando envolvemos la ternura en el acto de lidiar con cada etapa de la receta, nuestros quitutes salen maravillosos, parece algo ¿no es así? Pero es tan grande cuando las comiditas pasan a tener un valor precioso y los dulces empiezan a florir arco iris y los corazones se van cada vez más felices, aprendí con mi madre del corazón que debemos esforzarnos siempre y cuando sea hacer una receta, saber que lleva tiempo y mucha paciencia para que salga muy bien.

La gratitud es regada de luz,

Gratitud Jesús por mi presente que se llama: Mi mamá Vania y mi profesión que me llevó hasta ella, cuánto me enseña y me está enseñando a gustar cocinar. ¡Te amo madre!.