Los pies / Pies de los pacientes en tratamiento oncológico / Pies que trillan un caminar difícil / Pies que florecen gratitud aun cuando el corazón llora.

Autora: Laís Vieira Lima - Enfermera Oncológica

Los pies que caminan, caminan y caminan ...

Pies bonitos, cada uno tiene un tipo de formato, dedos preciosos e incluso cuando los pies están ausentes, existe un corazón que hace papel de los pies, pues él camina hacia los pensamientos, corren hacia los sueños, sienten la textura del suelo, ese suelo de la memoria que hace que el ser humano prosiga, sin miedo de fluir.

Cuando los pies están actuando en esta jornada, se lesionan y florecen en esa carretera, cada pie representa un acto, ese acto dulzón y veces mezclado con la agonía de un día lleno de cansancio.

Pies de los pacientes en tratamiento oncológico, desbordan amor en cada paso, aunque el dolor sea intenso y que los miedos fluyan, esos pies continúan a trillar, el aire baila y se comporta, el aire fluye y se balancea, la tempestad llega y comienza a trovar, pero el corazón de ese ser, puede hasta llorar, pero luego renace la esperanza y continúa caminando sin cesar.

Pies dulcificados de luz y resistentes en la labor, son pies que caminan fuertemente para alcanzar el lema de la cura diaria, esa cura que viene por medio de abrazos sinceros y afagos encantados en el trillar, alivios diarios y flores que crecen sin parar, pies que son amados y hermosos, de todos los colores y un hogar infinito.

Y para aquellos pies que se vuelven ausentes debido a factores que ocurren en la caminata, el corazón hace la función de caminar en medio de líneas internas, a recorrer hogares de las emociones y razones, firma la base de la memoria y finca cada pulsar en esa trayectoria, los pies se transforman en corazón, resultando en un caminar en doble, pies actuantes y corazón actuante, cuando los pies se vuelven ausentes, el corazón desarrolla esa función de adentrarse en las posibilidades e imposibilidades que el caminar de la vida entrega.

Gratitud!.